El Gobierno optó ayer otra vez por el silencio tras el escándalo que generó en la madrugada del sábado el test positivo de alcoholemia a Sara Alperovich, hija del gobernador José Alperovich. Al igual que el sábado, el teléfono del titular del IPLA, Daniel Sosa Piñero, estuvo apagado. El director de Transporte, Roberto Viaña, atendió a este diario, pero pidió ser llamado en una hora y nunca más contestó. El subdirector de la Policía Vial, Mario Chehín, se excusó y adujo que no estaba autorizado a brindar declaraciones. Según constató LA GACETA, Sarita compartió en su casa el viernes por la noche un asado que su padre ofreció a legisladores de la capital. Allí, según testigos, su madre (la senadora Beatriz Rojkés), le sugirió que no saliera en el vehículo, ya que había ingerido alcohol durante la comida. A las 2.26, dio 1,56% de alcohol en la sangre en un control, y le secuestraron el auto.
u "acá están los que jugaron bien".- Literalmente no lo dijo, pero el gobernador José Alperovich se refirió en el asado del viernes con legisladores a la futura pelea por la intendencia de la capital. El mandatario recibió en su casa a los parlamentarios de su entorno, como Marcelo Caponio y Guillermo Gassenbauer, y hasta al díscolo Gerónimo Vargas Aignasse. Pero no invitó a los amayistas Alfredo Toscano y Beatriz Ávila de Alfaro. Allí aseguró que alrededor de la mesa estaban quienes habían sido leales al oficialismo en las PASO.
u desahogo "antiamayista".- Durante el mitin, el mandatario fue crítico con el intendente, Domingo Amaya, y sus dirigentes aliados. Según confirmaron varios testigos, el gobernador cuestionó que el jefe municipal no haya trabajado en la capital durante las PASO. Planteó ante los legisladores de la sección que Amaya "le debe todo", en alusión a que fue él quien lo promovió para la Intendencia en 2003, como interino, cuando Antonio Bussi no pudo asumir tras su detención. Según pudo reconstruir este diario, Alperovich además dijo que el amayismo se excusó con el argumento de que "no les habrían dado muchos autos" para movilizar votantes en las PASO. Todos los comensales escucharon en silencio el desahogo de Alperovich.